El origen de los relieves de Argentina se dio por el movimiento de las placas tectónicas. Por ejemplo la formación de la Cordillera de los Andes se dio por el proceso de subducción donde la placa de Nazca se desplazó de oeste a este y chocó con la Sudamericana, que se desplazaba en sentido contrario. Como consecuencia se fueron acumulando sedimentos en la superficie, mientras que en el interior de la tierra se ejercía presión sobre ellos debido a las altas temperaturas.  Los sedimentos necesitaban ser liberados, gracias a esto se formaron los volcanes que con sus erupciones aportaron a la formación de la cordillera.

 Con las mesetas y las sierras ocurre un proceso totalmente diferente donde las placas ascienden y descienden. La meseta Misionera se dio por la fractura del macizo de Brasilia, el cual al dividirse algunos sectores se elevaran y otros descendieran. Entre los que ascendieron se encuentran las Sierras pampeanas, de Tandil y Ventana. Los bloques hundidos hicieron que se acumulen sedimentos que formaron el área de llanuras al norte del Río Colorado. Al sur del mismo se encuentra el Macizo Patagónico, sobre el cual se formo la Meseta Patagónica que va desde el oeste al este de forma escalonada y llega al mar en forma de acantilados.